La propuesta lumínica se centra en el uso de lámparas colgantes artesanales tipo «donut», fabricadas en fibras naturales trenzadas, que evocan un lenguaje orgánico y atemporal. Estas luminarias no solo cumplen una función técnica, sino que son verdaderas protagonistas del espacio, elevando el diseño interior hacia una dimensión acogedora y sofisticada.

El concepto se basa en la idea de un bosque de luz suspendido, generando un cielo decorativo que abarca toda la superficie del restaurante. El juego de formas, alturas y diámetros produce una sensación de ritmo visual envolvente, en perfecta armonía con la arquitectura y el mobiliario del lugar.

El proyecto contempla la instalación de más de una docena de lámparas tipo donut, en tres diferentes formatos ,70 cm de diámetro, 90 cm de diámetro, 1,10 m de diámetro.

Esta variedad en tamaños permite una composición dinámica y equilibrada, que rompe con la rigidez lineal para crear un patrón visual fluido y natural. Las lámparas se distribuyen a distintas alturas, suspendidas desde el cielo del restaurante por tensores casi invisibles, lo que aporta ligereza y profundidad al conjunto.

La elección de las fibras naturales como material principal aporta una luz cálida, difusa y envolvente, ideal para generar una atmósfera íntima y relajada, perfecta para una experiencia gastronómica de alto nivel. La textura tejida de las lámparas permite el paso controlado de la luz, proyectando sutiles sombras sobre el entorno y aportando una riqueza sensorial que invita a la contemplación.

El resultado es un cielo visualmente impactante, que se transforma en un ícono distintivo dentro del Enjoy Coquimbo. Este bosquejo de luz no solo enriquece la experiencia espacial del restaurante La Barqueta, sino que establece un diálogo con el entorno costero y la identidad del lugar, a través del uso de materiales nobles y una estética contemporánea con alma artesanal.