En el marco de una colaboración creativa entre la reconocida marca de calzado artesanal Castañer y el espacio de diseño de la tienda Adolfo Domínguez, se desarrolla una propuesta de iluminación única: una lámpara escultórica suspendida, elaborada a partir de varas de coligüe cuidadosamente seleccionadas y curvadas a mano, creando un gesto visual que transforma el techo en una obra viva.
La lámpara surge como un homenaje a la tradición, la materia prima natural y la belleza de lo imperfecto. El coligüe, una variedad de bambú nativo de Sudamérica, fue el material elegido por su flexibilidad, textura y resistencia, permitiendo crear una pieza de iluminación fluida y orgánica, que serpentea sobre el cielo de la tienda como una instalación artística que respira y se adapta al espacio.
Las varas fueron manipuladas manualmente para lograr curvas suaves y líneas libres, generando un efecto visual que remite al movimiento del viento entre los tallos, o al trazo espontáneo de un pincel sobre una superficie en blanco. Esta aproximación naturalista se integra de manera armónica con el concepto estético de la tienda, que privilegia la elegancia sutil, el diseño consciente y los materiales nobles.
La lámpara ocupa toda la superficie del techo, articulándose como un sistema de iluminación escultórico que convive con una iluminación técnica puntual. Focos LED dirigibles y embutidos se intercalan entre las curvas del coligüe, generando contrastes de luces y sombras que enfatizan la tridimensionalidad de la pieza.
El montaje fue realizado con precisión milimétrica para respetar la integridad del material y potenciar su presencia sin sobrecargar el entorno. La instalación se sostiene con un sistema de anclajes discretos que permiten mantener el efecto de suspensión etérea, casi flotante, sobre el espacio expositivo.
Además de su impacto estético, la lámpara cumple una función ambiental clave: humanizar el espacio comercial, dotándolo de una atmósfera acogedora y distintiva. Al contrastar con la geometría precisa de las estanterías y el mobiliario blanco minimalista, las formas orgánicas de la lámpara aportan calidez y un elemento de sorpresa que invita a la contemplación.
Este equilibrio entre arte, diseño y naturaleza transforma la experiencia de compra en una vivencia sensorial, coherente con los valores de las marcas involucradas: autenticidad, sostenibilidad y atención al detalle.
La lámpara Castañer en la tienda Adolfo Domínguez no es solo un elemento funcional; es una declaración de principios. Una manifestación tangible de cómo el diseño puede dialogar con la naturaleza para crear espacios que emocionan, conectan y cuentan una historia.
Este proyecto representa una integración exitosa entre artesanía contemporánea y diseño retail, donde cada curva de coligüe aporta carácter y poesía, convirtiendo el cielo del local en una narración visual en constante movimiento.